jueves, 16 de diciembre de 2010

Sensación es otra cosa.

Hace una semana hice una entrada hablando del barrio donde me crié. Si seré oportuna ...

Ayer a mis tíos les desvalijaron la casa. Se llevaron todo. Y cuando digo todo es TODO, tanto que anoche estaba casi toda la familia sacando cosas de sus casas para llevárselas. Ni fotos que había en las paredes dejaron.
Anoche, mientras yo intentaba hacerme vapor para una linda gripe que tengo, mi vieja me contaba que mi abuela pasó por la casa y vio los vidrios rotos, que intentaron forcejear ella y otro vecino la puerta, que entraron y no encontraron nada. Pienso en la desesperacíon que puede ser llegar a tu casa y no encontrar absolutamente nada. Siento la bronca y la impotencia que el resto de mis familiares tienen, y tengo un miedo padre porque mi abuela vive sola en el fondo de la casa donde vive. (Tanto que anoche lo llamé al papá de mi ahijada y le hice jurar que antes de Navidad enrejaba todas las medianeras)

En los últimos dos meses, desvalijaron ocho casas de esa cuadra. Ocho. Ni más ni menos.
Pasó una vez, pasó dos, pasó cinco, pasó ocho. Y cada día que pasa tengo la certeza de que no nos cuida nadie. A mi casa el año pasado entraron dos veces a robar, la última vez me quisieron meter a la fuerza al edificio donde vivo ... Tengo dos comisarías en un radio de 10 cuadras.
Podría hacerme la gila y no hacer una entrada contando esto, pero tengo bronca. Bronca de escuchar que la "inseguridad es una sensación". Sensación las pelotas, me guío por los hechos, y los hechos me cantan que el mundo no se para porque tomen terrenos en Soldati.

Porque mientras los señores que manejan el país viven en un barrio privado con seguridad las 24 horas, yo vivo en el conurbano. Y acá la única seguridad que se tiene es que no sabés si volvés a tu casa.

(Sí, estoy caliente y encima me robaron el domingo a la madrugada. Me cago en todos)

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