jueves, 19 de julio de 2012

No me se ocurre nada.

Me acomodo, me desacomodo en la silla. Cruzo las piernas. Miro el teclado de la notebook y me parece horrible. Me cuesta abandonar el teclado viejo. Me cuesta abandonar las cosas, cerrar lo pendiente. Por eso debo tener tantas entradas en borradores.
Me muero por fumarme un pucho y mi vieja no me deja fumar adentro. Relojeo el BB, me río pensando que me vendí al sistema. Hablando de sistema, hoy cumplo un añito en la multinaciomal. Pasó tanto tiempo ... Es loquísimo.
Pienso en M. Hoy me mandó un mensaje para felicitarme por eso justamente. Hace media hora le dije que no me mande mensajes, que me hacía mal. Me lo respetó. Lo extraño. Él creo que también (creo). Pero menos que antes. Tengo la cabeza en cualquier lado por estos días.
Pibe. Hablemos de Pibe. Hablemos de Pibe y San Telmo. De la diferencia de edad que tenemos con Pibe, mejor no. Hablemos de que me hace reír, mucho. Hablemos de que se vino a las casi once de la noche ayer a verme al barrio.
Relojeo de nuevo el celular. Pienso en la sonrisa de Pibe y me río como si fuese una estúpida. Pienso en la cantidad de veces que dije que M iba a ser el papá de mis hijos, y eso me parece tan lejano. Pienso en lo mucho que necesito un abrazo fuerte de mis amigas. Pienso en la reacción de mis amigas cuando sepan lo de Pibe. Pienso en que Pibe me dijo que me quiere seguir viendo por mucho tiempo. Que no me presiona ni nada, que él sabe esperar. Pienso en que lo espero a M. No sé si él me espera. Trato de no pensar más en él. Pienso en mi laburo. Lo afirmo, este teclado es infumable. Le cuento a una de mis mejores amigas, hay tres que ya lo saben. La descoloco. Tuiteo cosas que al minuto voy a terminar borrando. Espero la puta R del pin. Fue mi peor inversión. Me armo el poco rodete que me puedo hacer con el poco pelo que me quedó después de cortármelo cuando River volvió a Primera. Miro cómo titila el cursor mientras pienso en la cantidad de mocos que me mandé y los aciertos que pegué durante un año.

Probablemente esto pase a Borradores como muchas otras entradas que no pude terminar porque tenía un malambo de recuerdos y lloraba como una pelotuda. O capaz, hoy sí, me anime. Y me anime a contarle a mis amigas que volví a tener una sonrisita en la cara. Chiquita, pero sonrisa. Y capaz me anime a decirle a Pibe que quiero verlo a mi antojo estas semanas que está de vacaciones. Capaz, hoy sí, pueda dormir y descansar de verdad. Capaz hoy estoy en paz conmigo misma de verdad. Y es genial.

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