miércoles, 4 de agosto de 2010

La imitación es el peor suicidio.

Pocas cosas tolero más que la falta de originalidad. Esa necesidad de copiarse de alguien es algo que me pone particularmente de la nuca. Nunca me copié de alguien ni tomé sus ideas como mías. Pero tampoco tolero ni un poco que alguien que nunca entabló conversación conmigo, ni me conoce, ni nada, se quiera sumar a MIS chistes internos, y que quiera copiar MIS cantitos (porque Dios me dio una habilidad, que es hacer cantitos con cualquier boludez) y no te hagas la boluda porque el cantito era, justamente, un chiste interno.

Si sumamos las dos cosas, a mí me pinta la loca. Me la banco.
Si me robás los videos, me la banco.
Ahora, chiquita, si me copiás una canción que inventé con mis propias neuronas y la querés hacer pasar por tuya diciendo "ay me la pasaron", yo me voy a sentar, arremangar y escribirte unas líneas muy sutiles.
Que de sutiles no van a tener nada.

Tu Dios dijo la frase de arriba por algo: acatala. Igual ya te borré de mi facebook, así que copiame esssssssta ahora, dale, vení.

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