Y un día estaba viendo Filadelfia y pensando que mi vida no podía ser más deprimente cuando de golpe y porrazo regresó, y más afilado que nunca, el pequeño ilegal. Y el aire de más le sentó muy bien porque vino afiladísimo, tanto que hasta me da miedo.
Ok eso no me lo creo ni yo, pero bueno. Comisaria, allá vamos.
Jajaja que difícil es cuando se vive esa dicotomía! pero bueno, siempre hay que tener un buen abogado a mano :P
ResponderEliminar