Doctor, doctor*

Anginas. Eso tengo. Hace dos semanas tuve anginas. Y antes de esa, tres semanas antes, y antes de esa, dos semanas antes. En lo que va de año ya me contabilizaron CATORCE, sí CATORCE anginas. Por naturaleza tengo problemas en la garganta desde los 2 años, pero nunca se les ocurrió cortar por lo sano.
Hoy amanecí hecha goma, con fiebre, me fui a la misma otorrino de toda la vida y después de tener los análisis en la mano y de medicarme, me dio la mejor noticia:
"Mirá, tuviste catorce anginas con placa y estamos a Julio. No, no son las defensas porque da todo bien, pero hay que hacerlo fácil y sacarte las amígdalas. Cuando estés bien te pedís un turno y te mando a hacer los estudios".

El que lo lea puede pensar "ah estás loca, te ponés feliz porque te operan". SÍ. En el 2007 quedé libre en el colegio por las faltas que las anginas me trajeron. Me perdí dos días de Bariloche con 40 de fiebre. Lloro -literalmente- cuando tengo dolor de garganta. Tengo la voz cada vez más ronca, más áspera, casi que no parece de a ratos mi voz.
Soy un ser humano feliz, con fiebre y todo. El reino de terror de Armando Barreda, digo, de las placas en las amigdalas, llegó a su fin.

* Perdón, soy una chica traumada con Matias Martin haciendo bebota.